Promoción y animación de la lectura en contextos no formales de educación

Fuente: Edwin Quesada: Promoción y animación de la lectura en contextos no formales de educación, Amoxtli, primer semestre 2019:18-37. (Reseñado por el equipo del Portal).

Experiencias implementadas por bibliotecas populares, creadas por comunidades o instituciones con el propósito de «promocionar y animar la lectura y la escritura» en marcos educativos no formales, se analizaron en este trabajo a la luz de reflexiones teórico-prácticas desarrolladas con la participación de los miembros de un grupo focal, perteneciente a la comunidad de la plaza de mercado del sur de Tunja (Colombia), convocado en el Centro de socialización y sana convivencia.

El artículo abordó los resultados y conclusiones del estudio «Sabores y desazones: Experiencias lectoras en la plaza de mercado del sur de Tunja (2015-2017)», que se propuso diseñar una propuesta centrada en promocionar la lectura teniendo en cuenta los entornos socioculturales de la comunidad.

Promocionar la lectura y la escritura

Consecuentemente, se consideró apropiado partir del análisis de de las experiencias previas de promoción de lectura en contextos no formales de educación, indagando en el marco del grupo focal, acerca de los hábitos de lectura en los planos familiares, educativos y sociales.

De esta manera, se afirmó, se visibiliza «el diálogo de saberes» entre adultos mayores y niños, así como el rol protagónico de las mujeres en su papel de mediadoras en la adquisición de la lengua materna y en el proceso de empoderamiento en lo que atañe a sus derechos.

Asimismo, se hizo referencia a programas de formación de padres y del profesorado, y a una serie de iniciativas itinerantes locales que promueven la lectura en ámbitos no formales, con el objetivo de facilitar el acceso de un mayor número de personas a prácticas lectoras, tales como «Bibliomula, Biblioburro, Centro Transdisciplinario Poesía y Trayecto A. C., y la Carreta Biblioteca».

Estos proyectos, se agregó, suelen ser generados por grupos interdisciplinares que asumen esta responsabilidad ante la carencia de respuestas estatales, de cara a lograr propiciar «la democratización del conocimiento».

Políticas públicas

Las políticas públicas, se expuso, deberían estar sustentadas en este tipo de actividades de promoción de la lectura incentivadas por actores locales, contextualizadas en las comunidades pertinentes, que apuntan a vincular entre la escuela, la comunidad y la biblioteca.

Dado el gran impacto motivacional que la lectura ejerce sobre la escritura, se resaltó la oportunidad de aprovechar las competencias lectoras para promover esta última.

Finalmente, se hizo foco en el hecho de que tanto la lectura como la escritura apuntan hacia la «formación integral del ser humano», al estimular el pensamiento crítico teniendo como mira las «transformaciones sociales que respondan al contexto social de las personas».

Además, se planteó la importancia de brindar la merecida atención y apoyo, por parte de las universidades, a los procesos de «selección del material bibliográfico, planeación, ejecución y evaluación» de estas iniciativas con el objetivo de contribuir a su continuidad.

Por último, se sugirió explorar los campos de la lectura y escritura también en relación a los avances de las nuevas tecnologías.