Fortaleciendo espacios de diálogo intercultural a través de programas de acción social participativa
Fuente: Textura, Revista de Educação e Letras, v. 22 n. 51, jul/set 2020. (Reseñado por el equipo del Portal).
En el contexto de la marcada tendencia individualista que caracteriza a la juventud en la actualidad, en esta aportación se expusieron los resultados de un programa de acción social implementado en una comunidad maya en el que participaron estudiantes universitarios mexicanos.
La iniciativa estuvo enmarcada en la teoría de la educación no formal y bajo la concepción de que todos los participantes son protagonistas de la experiencia y contribuyen a la transformación de la realidad.
El aprendizaje servicio se encaró como «una estrategia de investigación-intervención comunitaria» orientada pedagógicamente hacia la justicia social.
Experiencia
El proyecto tuvo lugar en la localidad rural de Canicab, en el Estado de Yucatán (México), que cuenta con 758 habitantes (259 de ellos, menores).
21 estudiantes de diversas universidades públicas mexicanas participaron en prácticas voluntarias, profesionales y de formación extracurricular libre, llevando a cabo todo tipo de talleres (derechos humanos, teatro, radio, ED para la paz, etc.) y otras actividades y servicios destinados a niños y jóvenes de la comunidad.
Estas prácticas estaban enmarcadas en el servicio comunitario obligatorio que incluyen los planes de estudios y se proponen como una respuesta efectiva para las necesidades sociales más urgentes.
Resultados y conclusiones
De los hallazgos se desprende que muchos participantes reportaron que la experiencia tuvo un impacto significativo en las perspectivas que tenían previamente a la iniciación de las tareas, generando cambios en sus valoraciones respecto a los conocimientos comunitarios frente a los académicos, desmitificando a los últimos.
Asimismo, hubo quienes hicieron referencia al crecimiento mutuo a partir de las interacciones personales; al «inmenso cariño y atención que nos brindaron sus habitantes», a cambios de paradigmas y a una mayor libertad para elegir sus propios caminos.
Se concluyó que el programa sustentado en el diálogo intercultural propició el desarrollo de un vínculo estrecho mediante el cual los dos colectivos de jóvenes compartieron voluntades y conocimientos, construyendo dinámicas interrelacionadas dialécticamente.
Esta dinámica, se agregó, trajo aparejada la dignificación de la identidad colectiva de los miembros de la comunidad así como su sentido de pertenencia, por un lado, y el fortalecimiento de la reflexión, el autoanálisis y la mirada crítica de los discentes universitarios, por el otro.
Diálogo intercultural
Se resaltó la importancia de afianzar este tipo de encuentros que propician el diálogo entre ambos grupos subrayando el hecho que «la transformación de las relaciones humanas se hace mediante el diálogo y el entendimiento intercultural».
Se sugirió profundizar la investigación acerca de programas de acción social en el marco universitario que promuevan una formación encauzada hacia la creatividad y la autonomía.
En el trabajo se aludió a las transformaciones que acontecieron en los últimos tiempos entre los terrenos rural y urbano en la sociedad mexicana.