La educación moral en contextos informales

Fuente: Teoría de la Educación. Revista Interuniversitaria. Vol. 28, núm. 2, (2016). (Reseñado por el equipo del Portal).
Ámbitos informales de aprendizaje se analizaron en este trabajo a la luz de su potencial educativo especialmente significativo, su estrecha relación con la vida real y el valor de la experiencia.
Dado que el potencial educativo de la mera acumulación de experiencias es limitado, se plantea la necesidad de elaborar estrategias que conviertan a las vivencias en un recurso pedagógico, permitiendo así su mejor aprovechamiento.
Capacidad de reflexión
Al hacer foco en la dimensión moral de la educación, que es compartida por entornos formales e informales, se resalta la reflexividad como elemento esencial. Se sugiere promover su desarrollo en entornos formales –que suelen estar disociados de la práctica– para favorecer la adquisición de la competencia de aprender a aprender por parte del alumnado.
La importancia de mejorar la capacidad reflexiva radica en que esta contribuye a la construcción de la identidad personal y a la formación de conceptos, facilitándoles a los educandos la toma de decisiones respecto a qué aspectos de lo experimentado quieren atesorar como aprendizaje para su propia vida.