Beneficios de la evaluación dinámica para la prueba final de bachillerato

Fuente: @tic 12 (2014), 1-7

En la presente contribución –elaborada a partir de las deficiencias que se detectaron en la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) y relacionada con el proyecto OPENPAU– subyace la concepción de que la evaluación constituye un elemento crucial en el proceso enseñanza-aprendizaje.
A la partir del análisis de las desventajas de la PAU se propone implementar una evaluación dinámica, fundamentalmente para lenguas extranjeras, basada en el constructo Zonas de Desarrollo de Vygotsky.
 
Esta modalidad incluye pruebas orales que miden la actuación individual y la orientada del alumno, y un feedback que ayudaría al alumno a mejorar sus habilidades comunicativas. Se plantea que la propuesta resultaría positiva también para la enseñanza de la lengua materna.
Entre las fortalezas de la propuesta se destaca su carácter formativo y la posibilidad de aplicarse en entornos tanto formales como informales. También se resalta la posibilidad de identificar el potencial del alumno para estudios universitarios y desempeño laboral. Entre sus desventajas se menciona que dado su carácter social e interactivo, existe el riesgo de que interfieran factores de desigualdad.
 
El trabajo alude a la Ley Orgánica 8/2013 (LOMCE), de diciembre 2013, contextualizada en el objetivo plurilingüista estipulado por la Unión Europea.
 
La implementación de la evaluación dinámica, se advierte, exige una amplia preparación del profesorado y demanda mayores recursos que la tradicional, pero, se afirma, a medio y largo alcance su gran impacto positivo justificaría plenamente la inversión.