¿Por qué seguimos hablando de vocación docente?

Fuente: Krínein - Revista de Educación. Número 9 - Año 2012, 27-41.
 
La evolución del constructo vocación docente se explora en este artículo bajo la hipótesis de que en la actualidad está más vinculado a una decisión personal que a un «llamado superior», como cuando tenia connotaciones religiosas.
 
En la actualidad, se sostiene, la vocación está enmarcada en la esfera individual y está relacionada con la autorrealización. Su significado cambió, ya no se habla de «de ser elegido« sino de «elegir».
 
Hoy en día, se afirma, la docencia constituye una profesión, abarca tanto la reflexión como el afecto, la transmisión de conocimientos y el vínculo que esta genera. La autoridad docente no proviene de una vocación «sagrada» sino de las competencias, cualificaciones y eficacia. El profesorado asume un doble compromiso, con los discentes y con los saberes.
 
La posibilidad de incidir en la vida de los alumnos es considerada el «alimento de la vocación», pero se subraya que esta no se limita a querer a los niños sino que implica un amor por la acción en sí, de orientarlos para que transiten sus propios caminos lo mejor posible.