Sistema emocional, función educativa y educación informal

Fuente: García, J. (2012). Sistema emocional, función educativa y educación informal. Revista Fuentes, 12, 15-44.
 
La división de la función del profesor en el papel educativo y el específicamente docente se cuestiona en esta aportación centrada en los riesgos de la profesión, que, se afirma, se desprenden del hecho de que la actividad formativa se desenvuelve en escenarios intersubjetivos.
 
Entre los planteos teóricos que se revisan se destaca la contribución de Angel Rivière (2003), a quien se le atribuye un importante aporte en la introducción de la teoría de Vygostky en el enfoque psicopedagógico desarrollado en español. En una situación educativa, se sostiene, se activan paralelamente funciones mentales que pertenecen a diferentes niveles, sobre los que se amplía.
 
La formación inicial docente, se afirma, tiene que tener en cuenta dos requerimientos profesionales fundamentales: la calidad de los contenidos y el trabajo de formación en un espacio relacional. Consecuentemente, la educación escolarizada, al menos hasta concluida la enseñanza secundaria, no puede ser exclusivamente docente.
 
Al hacer referencia a los estados motivacionales de los estudiantes como la principal fuente del malestar en los docentes se expone la arquitectura del sistema emocional, destacando que la neurociencia resalta últimamente el papel de las emociones en el correcto funcionamiento de la mente.
 
A partir del principio de que un proceso emocional de índole negativa se puede contrarrestar con un proceso opuesto, se sugiere combatir la decepción profesional afianzando el compromiso profesional.
 
Los programas de formación docente, se sugiere, deberían tener en cuenta la vulnerabilidad docente e incluir criterios y estrategias de restauración y resiliencia. En este contexto se subraya el significativo valor de la práctica reflexiva dentro de un marco de estudio multidimensional.
 
Referencia
Riviere, A. (2003). Desarrollo y Educación: el papel de la educación en el “diseño” del desarrollo humano. En “Obras escogidas”, Vol.III. “Metarrepresentación y Semiosis”. Madrid, Editorial Médica Panamericana, pp. 203-243.