La cultura de la diversidad: el telón de fondo de la inclusión en la educación de, con y para todos

Fuente: Plumilla Educativa Nº. 8, 2011.
El presente artículo se centra en la investigación: «Capacidad en inclusión de las instituciones educativas, en las que se implementa el proyecto: Caldas camina hacia la inclusión». El estudio estuvo a cargo de la Universidad de Manizales (Colombia) y tuvo por objetivo realizar una autoevaluación de tal iniciativa, con el fin de que los centros educativos se sientan respaldados en la implementación de la política de inclusión.
El proyecto piloto Caldas camina hacia la inclusión comenzó a implementarse en el 2006 por iniciativa del Ministerio de Educación colombiano con el propósito de demostrar que es posible ampliar la cobertura educacional hacia poblaciones excluidas del sistema y paralelamente mejorar la calidad educativa en las escuelas.

Investigación
La investigación, se indica, se llevó a cabo en el contexto del proceso de descentralización que experimenta el sistema educativo en Colombia.

 Su diseño tuvo un enfoque mixto, por un lado, incluyó una aproximación con pretensión objetivista, que utilizó como instrumento un Índice de inclusión propuesto por el mencionado ministerio, que contempla tres dimensiones: política, práctica y cultura escolar de la educación inclusiva.
Por el otro, se analizó la experiencia vivida por los actores educativos, por medio de grupos focales integrados por padres, docentes, directivos y estudiantes, pertenecientes a tres centros educativos, que reportaron diferentes índices de inclusión.
La cultura inclusiva se examinó a la luz de los resultados cualitativos obtenidos y de los cambios que experimentaron las instituciones analizadas, en cuanto a las percepciones de los docentes inclusivos y la equidad en los procesos pedagógicos.
Asimismo, se examinó la diferencia entre la política educativa de integración frente a la de inclusión, señalando que la intención de esta última es más amplia y comprometida.
Conclusiones
Los hallazgos mostraron que se evidenció un cambio en los procesos educativos que se desarrollaron en los centros involucrados, que reflejó una actitud de apertura y de respeto hacia la diversidad. Se concluye que es necesario realizar cambios en la organización y en la cultura de las instituciones para que la educación inclusiva resulte permanente y se destaca la importancia del trabajo colaborativo en la comunidad educativa inclusiva.
"La tolerancia, concluye el autor, debe ceder paso al reconocimiento, cargándolo de reciprocidad". El paso siguiente, afirma, es la aceptación, la cual supone, agrega, dar batalla constante contra la exclusión social.