Actividad física y cognición: inseparables en el aula
Fuente: Doherty A, Forés A. Actividad física y cognición: inseparables en el aula. JONED. Journal of Neuroeducation. 2020; 1(1); 66-75. (Reseñado por el equipo del Portal).
La relación entre pensamiento abstracto, emoción y actividad física se exploró en este artículo a la luz del prisma de la neurociencia que plantea que existe un vínculo estrecho entre estas 3 dimensiones y el aprendizaje.
Bajo este enfoque se revisaron las metodologías tradicionales, como por ejemplo la clase magistral, –que conceden a los alumnos un rol pasivo que no promueve el movimiento– y la tendencia actual de reducir el tiempo del recreo y de asignaturas vinculadas con la actividad física.
Asimismo, desde la perspectiva neurocientífica se aludió al impacto negativo del sedentarismo no solo en el bienestar físico sino también mental ya que «el ser humano está diseñado para moverse, para interrelacionarse con su medioambiente».
Actividad física y cognición
Si bien en el trabajo se abordó una serie de investigaciones y metaanálisis que reflejaron «una asociación positiva» entre la actividad física y la cognición en alumnos de los niveles primario y secundario, también se hizo referencia a trabajos que reportaron una influencia mínima del movimiento corporal en el aprendizaje o que esta se debe al impacto de otros factores.
Consecuentemente, se advirtió de la importancia de interpretar los estudios pertinentes con cautela y no apresurarse a generalizar respecto a relaciones de causa y efecto sin el debido rigor metodológico, para evitar generar neuromitos.
También se planteó la necesidad de tener en cuenta si se trata de una actividad física puntual o constante, y cuáles son las herramientas que se utilizan para medir la incidencia de la actividad física en los logros académicos.
Finalmente, se mencionó el cambio de paradigma que atraviesa el escenario educativo actualmente, de un modelo centrado en el pensamiento abstracto a uno holista que, articulando con la neurociencia, está orientado a integrar en los entornos educativos las tres dimensiones del ser humano: social, emocional y física, coincidiendo con los pensamientos precursores de reconocidos pedagogos tales como Vygotsky, Piaget, Freire y Montessori.
Por último, se expusieron algunas sugerencias de cara a integrar la actividad física a los entornos de aprendizaje, incentivando a los discentes a incrementarla en sus rutinas diarias y alentando a los padres y profesores a apoyarlos hacia esa dirección.