La educación al descubierto tras la pandemia del COVID-19. Carencia y retos

Fuente: Aularia. El país de las aulas. 2021. Volumen 1. (Reseñado por el equipo del Portal).

A partir del reconocimiento de que «el progreso de los individuos y las naciones pasa por la educación, ya que nos humaniza, nos civiliza y nos inserta en una cultura», este artículo se enfocó en «carencias y retos» del sistema educativo que quedaron al descubierto a partir del aislamiento preventivo que generó la pandemia de COVID-19 y que impuso el cierre de escuelas alrededor del mundo.

En este contexto se revisó el uso de las TIC, la brecha digital; el aprendizaje cooperativo, alumnos con necesidades educativas especiales y la evaluación. Igualmente, se abordó el papel clave de la motivación en las prácticas educativas, en su condición de «aptitud necesaria en el proceso de aprendizaje», haciendo referencia a los dos tipos de motivación: intrínseca y extrínseca.

Bajo la concepción de que «el aprendizaje académico sin motivación es irrealizable», se expuso que todos los actores de la comunidad educativa deberían asumir este reto de despertar en el alumnado «la necesidad de saber».

Aprendizaje cooperativo y brecha digital

También se exploró el «aprendizaje cooperativo», destacando, junto a su gran aporte en lo que respecta a la motivación del alumnado y a la inclusión del mismo, otras ventajas tales como propiciar el trabajo grupal y mejorar el rendimiento académico; la autonomía y el autoaprendizaje.

Si bien las plataformas digitales permitieron continuar con el aprendizaje cooperativo durante la pandemia, en el trabajo se hizo hincapié en las grandes limitaciones que salieron a la luz con el pase de la modalidad presencial a la virtual, dada la intensificación de la brecha digital ya existente.

Fundamentalmente, se mencionó el incremento de esta brecha en países en desarrollo, entre entornos urbanos y rurales, y entre familias con diferentes ingresos económicos, que contaban o no, con acceso a internet y a dispositivos adecuados para llevar a cabo las tareas.

Entre las poblaciones vulnerables más afectadas por el cese de la enseñanza presencial se mencionó a los discentes con necesidades educativas especiales, haciendo un repaso por la evolución de su atención en el marco del sistema educativo español desde siglos pasados.

Asimismo, se aludió al impacto que ejercieron la incertidumbre y el estrés que trajo aparejados la pandemia a nivel humano, a nivel físico, psíquico y emocional, así como la ralentización de la actividad económica a nivel global.

Evaluación en tiempos de pandemia

Finalmente, se cerró el artículo con observaciones respecto a la evaluación en tiempos de confinamiento, que señalaron que junto con la enseñanza, también la evaluación giró hacia el mundo digital, recurriendo en gran escala a la evaluación tradicional que se centra en la evaluación final que suele implementarse mediante la calificación de los resultados de una prueba objetiva.

Entre las desventajas de esta opción se planteó que no tiene en cuenta el proceso realizado por el alumno, ni sus esfuerzos ni sus necesidades, proponiendo personalizar la educación para asegurar la igualdad de oportunidades; propiciar la formación por competencias transversales y socioemocionales.

De cara a afrontar las exigencias de los alumnos del siglo XXI, se convocó a «tomar conciencia de las deficiencias y subsanarlas».