La neurociencia detrás del aprendizaje basado en problemas (ABP)
Fuente: Román F. La neurociencia detrás del aprendizaje basado en problemas (ABP). JONED. Journal of Neuroeducation. 2021; 1(2) 50-56. (Reseñado por el equipo del Portal).
La implementación de la metodología del aprendizaje basado en problemas (ABP) se exploró en esta aportación desde el prisma de la neurociencia educacional.
Se sostuvo que en el contexto universitario el ABP funge como «un organizador curricular» que propicia el desarrollo de competencias profesionales en discentes activos. Los estudiantes, utilizando la indagación como principal herramienta, colaboran en pequeños grupos orientados por un profesor que asume el rol de facilitador.
Asimismo, se analizó «el grupo tutorial» como marco de «entrenamiento en la cognición social» que propicia «la inclusión social profesional».
El aprendizaje basado en problemas
El éxito del ABP -cuyos inicios datan de la década del 60- en ámbitos universitarios, se expuso, amplió su aplicación en entornos educativos de este nivel en las diferentes áreas. De esta manera, se extendieron los cambios curriculares implícitos que atañen a la formación de estudiantes más activos, que se hacen cargo de su propio aprendizaje bajo la guía de docentes-facilitadores.
Las experiencias favorables ubicaron a su estudio en un lugar central en investigaciones en el área de la neurociencia.
El elemento clave que subyace en la asociación entre el aprendizaje transformador, la educación sustentable y el ABP, es «el pensamiento crítico».
ABP y neurociencia
Al hacer referencia al ABP en relación a los aportes de la neurociencia se mencionaron tres componentes centrales: «el escenario problema»; «la pregunta» y «el aprendizaje colaborativo» en pequeños grupos.
A partir del análisis de este último elemento, el aprendizaje colaborativo, se aludió a la «cognición social», que se definió como «la capacidad de construir representaciones mentales de las relaciones que existen entre uno mismo y los demás».
También se abordó el concepto de la «especialización interactiva», destacando el importante papel que juega la experiencia y «los cambios cerebrales «estructurales y neurofisiológicos» que derivan de ella.
Articulando con el impacto que la interacción ejerce en la actividad cerebral, se resaltó la importancia del grupo tutorial, considerado «el grupo primario» en lo que atañe al aprendizaje social que experimentan los discentes durante el periodo de formación académica.
En este contexto se aludió al principio de la neurociencia que enunció Eric Kandel: “la experiencia transforma el cerebro”, y al planteo de Paulo Freire: “todo conocimiento comienza por la pregunta”».
La neurociencia, se agregó, en su condición de «campo transdisciplinario» tiene como principal objetivo «construir conocimiento sobre el aprendizaje» y explicar de qué manera los estudiantes desarrollan el aprendizaje, y cómo «el propio aprendizaje cambia el cerebro».
Finalmente, se concluyó que las evidencias que van surgiendo como consecuencia del desarrollo de la neurociencia inciden en las intervenciones que se realizan en el aula.