Enseñanza-aprendizaje universitaria integral. Propuesta educativa desde la complejidad y el históricoculturalismo

Fuente: Gómez Francisco, Taeli; Rubio González, Juan. Enseñanza-aprendizaje universitaria integral; Propuesta Educativa desde la Complejidad y el Históricoculturalismo. Copiapó, Chile, Editorial Periferias, 2020, 173 páginas. (Reseñado por el equipo del Portal).

La propuesta educativa innovadora que se presenta en este libro está enmarcada en el contexto global actual, caracterizado por la incertidumbre, las interconexiones y la compleja realidad de crisis sociales y catástrofes naturales, y articula con las necesidades y demandas de las sociedades así como del planeta.

Con la mira en el «imperativo ético» de la democratización del conocimiento y la necesidad de configurar una perspectiva innovadora en la formación de «profesionales integrales», para que asuman una responsabilidad social y ambiental, se sugirió la sistematización de las «bases epistemológicas, metodológicas y operativas» para sustentar el proceso de enseñanza-aprendizaje sobre la base del paradigma de la complejidad y el enfoque histórico-cultural.

Las relaciones sociales
La nueva relación educativa que se propone implementar como estrategia integrada en el ámbito universitario tiene como eje central de estudio «las relaciones sociales». Consecuentemente, se alienta a «intencionar y promover la cultura del dialogo».

Frente al modelo tradicional de la enseñanza, según el cual los estudiantes cumplen un rol pasivo mientras que el docente representa una figura central, en su condición de transmisor de conocimiento, se alude a nuevos prismas que, sostenidos por «metodologías de base cognitivista y constructivista», tienen a los discentes como protagonistas.

Sin embargo, a pesar de las marcas diferencias que se señalan entre estos paradigmas, ambos son caracterizados por los autores como «atomizadores» por el hecho de que ciñen el proceso formativo a un único nivel, la «relación profesor-estudiante», desconsiderando el relieve complejo-sistémico inherente a la formación de futuros profesionales que deberán desempeñarse en «sociedades contradictorias y dinámicas».

Proceso integral
Desde esta lógica, el currículo se considera un «hecho cultural» y por lo tanto, el proceso de enseñanza-aprendizaje debe abordarse de manera integral en «todas las direcciones y tiempos posibles»

Contrariamente a la visión reduccionista, centrada en el aspecto cognitivo, el planteamiento innovador que se expone, de una formación universitaria integral, articula con una variedad de aspectos relacionados con «cognición-afectividad-valor-estética»

La obra está estructurada en seis capítulos. Partiendo de las dimensiones teórico-epistemológicas, se hizo foco en el paradigma de la complejidad; la perspectiva transdisciplinaria; el enfoque histórico-culturalista; el constructivismo social y la teoría psicológica del colectivo.

En segundo lugar se expusieron metodologías participativas, tales como la investigación-acción–participación, así como técnicas e instrumentos apropiados.

Finalmente, se delineó una propuesta operativa para implementar en el marco de una formación universitaria integral que forma parte del proceso de apertura paradigmática y cultural al que se convoca en pos de «construir un proceso de enseñanza-aprendizaje universitario que responda eficazmente a las exceptivas humanas-no humanas que sobre él pende».

La implementación de la propuesta, se concluyó, requiere el fortalecimiento de las comunidades de aprendizaje, en lo que atañe a las «relaciones sociales e intersubjetivas»; de cara a promover el trabajo colaborativo y transdisciplinario, mediante metodologías dialógicas integradoras y estimular la motivación y el compromiso tanto de docentes como de estudiantes.