Enfoque escolar centrado en el estudiante
Fuente: Cienciamatria. Revista Interdisciplinaria de Humanidades, Educación, Ciencia y Tecnología. Año V. Vol. V. N°1. Edición Especial. 2019. (Reseñado por el equipo del Portal).
La relación entre la metodología de la clase invertida –conocida en inglés como flipped learning– y el aprendizaje de alumnos del nivel secundario se exploró en este trabajo a la luz de las políticas educativas 2030, centradas en los estudiantes y enfocadas en la inclusión y el desarrollo sostenible y sustentable.
En el estudio subyace la visión de que el giro que imponen los cambios globales hacia un mundo más competitivo, demandará de las personas en un futuro un rol más protagónico hacia el cual debe encauzarse la educación en la actualidad.
Al aludir a la eficacia de la clase invertida, contextualizada con las nuevas tecnologías, para promover el aprendizaje significativo y mejorar la calidad educativa, se hizo referencia a sus cuatro pilares: flexibilidad; aprendizaje centrado en el alumno; diseño ad hoc de contenidos y docentes expertos.
En este contexto se planteó la necesidad de elaborar un currículo flexible y generar conocimiento «complejo, sistémico y holístico», orientado a incentivar el pensamiento crítico reflexivo.
Investigación
Se realizó una investigación de tipo correlacional en la que participaron 117 alumnos de una escuela secundaria de la provincia de Manabí, Ecuador.
Resultados y conclusiones
Los hallazgos reflejaron una correspondencia directa entre la metodología del aula invertida y el aprendizaje. Asimismo, se señaló que este enfoque educativo centrado en los estudiantes conlleva un cambio en el papel del profesor y propicia en los discentes el desarrollo de la autonomía, responsabilidad y la participación activa.
Se sugirió extender la implementación del método examinado hacia otras instituciones educativas.