Preguntas para una nueva sociedad
Autores: Ospina William
Palabras clave:
Medios de comunicación
Metas educativas
Países Iberoamericanos
Paradigmas educativos
Sistemas de valores
¿Será que a la sociedad de la información la caracteriza «la mayor racionalidad en el detalle y la mayor irracionalidad en el conjunto?», se preguntó el escritor colombiano William Ospina en la conferencia: «Preguntas para una nueva sociedad», que pronunció en el Congreso iberoamericano de Educación: Metas 2021 (llevado a cabo en Argentina en septiembre 2010), parafraseando a su colega y compatriota, el filósofo y pedagogo Estanislao Zuleta, respecto a su opinión de la sociedad industrial.
En su disertación Ospina criticó en primer lugar y de manera rotunda a los medios de comunicación, aludiendo al cubrimiento periodístico como la "red fosforescente de las desdichas". Al detenerse en la necesidad de un sistema de valores, que nos permita seleccionar la información, se enfocó en el tema central del Congreso, la educación, subrayando el hecho de que ésta no sólo atañe a la escuela, sino también, precisamente, a los medios, a la familia y a los dirigentes sociales.
El análisis de Ospina – condimentado con citas de personalidades de la talla de Platón, Oscar Wilde, Jorge Luis Borges– respecto al modelo de educación vigente, resalta el gran valor del cuestionamiento, empezando por poner en duda el rol tradicional de la escuela como fuente de conocimiento, frente a la alternativa, de ir a la escuela para aprender a convivir, a ser solidario, a hacerse de amigos. Entre las principales preguntas que plantea Ospina: si la meta carrerista de llegar al primer lugar es el más conveniente en la educación; si el conocimiento es algo que se recibe o que se crea; si el aprender es perder o ganar, etc.
Al distinguir entre educación y adiestramiento el escritor destacó el hecho de que si bien la definición de educación no suele incluir la felicidad, para él ésta última tiene un valor prioritario. Ospina sugirió comprender la educación como «la búsqueda y transformación del mundo en que vivimos» y concluyó, optimista, «a lo mejor los grandes paradigmas al cabo de cincuenta años no serán como para nosotros el consumo, la opulencia, la novedad, la moda, el derroche, sino la creación, el afecto, la conservación, las tradiciones, la austeridad».