Democracia y participación: la voz (silenciada) de los alumnos

Fuente: Feu, Gilis Jordi & Albert Torrent Font. (2018). Democracia y participación: la voz (silenciada) de los alumnos, Voces de la Educación, número especial, 43-51. (Reseñado por el equipo del Portal).

Los niños adquieren la capacidad de expresarse, se argumenta en este artículo, en el marco de un proceso de socialización «saludable». Esta no es una prerrogativa sino un derecho. Para democratizar la escuela, se agrega, se necesita cambiar el diseño físico del aula y del centro educativo, para favorecer la libre expresión de toda la comunidad educativa: docentes, alumnos, padres y personal administrativo. También se destaca la importancia de crear un ambiente apropiado para que el niño, además de tener lo que decir y saber argumentar su opinión, tenga la voluntad de expresarla públicamente, aún si es minoritaria.

Comunicación libre y silencios
El uso del lenguaje oral en la infancia, se agrega, es trascendental para el desarrollo de la personalidad y de las relaciones sociales. Por esta razón se advierte ante el peligro de implementar en el ámbito de la educación infantil lógicas educativas «heredadas» que limitan la comunicación del alumnado, imponiendo largos silencios en los que se intercalan breves lapsos de comunicación libre.

Igualmente, se resalta la necesidad de que en los establecimientos educativos funcionen órganos de participación estudiantil flexibles, transparentes y motivadores, distinguiendo entre las acciones de deliberar y de votar.

En el trabajo se enuncian una serie de derechos que hacen referencia a: la educación integral para la autonomía, la diversidad, la información, el uso de la palabra, y demás.