La educación pública, entre la tradición y la innovación
Autores: Keinnan Anat
Palabras clave:
Conflicto
Educación inclusiva
Educación pública
Innovación educativa
Reformas educativas
Sistema educativo
Profesora (emérita) Anat Keinan, investigadora del Instituto MOFET, Israel. Se enfoca en la investigación cualitativa y narrativa en los ámbitos del profesorado y la formación docente.
Obra: Keinnan, A. (In press). Epílogo en Poyas, Y. (ed.) La formación docente en el laberinto de la innovación pedagógica. Tel Aviv: Editorial Instituto MOFET.
En el sistema educativo actual conviven dos tendencias antagónicas. Por un lado, la demanda de la sociedad del siglo XXI –caracterizada por los cambios permanentes como forma de vida– de innovar constantemente. Por el otro, la tendencia tradicionalista inherente al sistema, que lo lleva a eludir cambios por temor a su posible efecto desestabilizador.
Actualmente, bajo la ideología de que la continua innovación es esencialmente positiva e imprescindible para progresar toda autoridad educativa se ve obligada a emprender reformas y programas educativos nuevos.
Educación: una revolución exitosa
Por otra parte, la educación pública es una revolución exitosa y como tal, tiene interés en conservar la situación existente. Al revisar su historia se observa un proceso revolucionario a nivel mundial, que comenzó aproximadamente en el siglo XVII y continúa hasta nuestros días, que dio origen a la educación pública institucionalizada hegemónica.
Por otra parte, la educación pública es una revolución exitosa y como tal, tiene interés en conservar la situación existente. Al revisar su historia se observa un proceso revolucionario a nivel mundial, que comenzó aproximadamente en el siglo XVII y continúa hasta nuestros días, que dio origen a la educación pública institucionalizada hegemónica.
La revolución educativa surgió de la visión de que la educación es algo esencialmente positivo y que es necesario brindar una educación formal a todos los niños del mundo. Más aún, este enfoque también considera que el camino al éxito en el mundo actual pasa por la educación. Estudios y diplomas incrementan las posibilidades de acceder a un trabajo mejor, a un sueldo más alto y a condiciones de vida más confortables.
Cambios en el sistema educativo
Más allá de la ideología, se puede medir el alcance de la revolución educativa también en función de la cantidad de alumnos. Mientras que en los siglos XVIII y XIX la mayoría de los niños no estudiaban y a fines del siglo XIX y principios del siglo XX solo lo hacían algunos de ellos, en la actualidad, en la mayoría de los países del mundo, todos los niños van a la escuela. Hoy en día existe una concepción generalizada de la educación como un derecho de todos los niños.
Más allá de la ideología, se puede medir el alcance de la revolución educativa también en función de la cantidad de alumnos. Mientras que en los siglos XVIII y XIX la mayoría de los niños no estudiaban y a fines del siglo XIX y principios del siglo XX solo lo hacían algunos de ellos, en la actualidad, en la mayoría de los países del mundo, todos los niños van a la escuela. Hoy en día existe una concepción generalizada de la educación como un derecho de todos los niños.
El período de escolaridad es otro parámetro a tener en cuenta: la escuela pública comenzó con una demanda de 4 años de estudio. En el año 1783 se promulgó en Prusia, por primera vez, una ley de educación obligatoria de 8 años, que posteriormente se expandió al resto del mundo. En el siglo XX muchos países extendieron a 12 años la etapa escolar. En realidad, actualmente hablamos de la educación a lo largo de la vida, maestros y trabajadores de otros ámbitos participan de cursos de perfeccionamiento y jubilados estudian en instituciones de educación superior.
Otro cambio importante es el giro de la educación privada hacia el ámbito público. Si bien hasta la revolución industrial la capacitación estaba en manos de personas o grupos elitistas, esta pasó a manos del estado. Actualmente, el estado tiene a su cargo y supervisa la mayor parte del sistema educativo, lo financia y establece sus valores y contenidos.
Innovación y estabilidad
Como toda revolución exitosa, también la educativa privilegia lo existente y elige continuar avanzando hacia la misma dirección. Asimismo, el sistema educativo pertenece al ámbito público, y por lo tanto, experimenta fuertes presiones y exigencias de todo tipo. Ante este panorama, de vez en cuando debe demostrar ante una sociedad que valora los cambios, cómo estos pueden implementarse. Al mismo tiempo, el sistema necesita conservar lo existente y neutralizar los posibles desequilibrios que los cambios puedan ocasionar. Para protegerse, el sistema educativo le permite a determinados grupos a actuar en pos de un cambio, pero limitándolos para evitar revoluciones extremas.
Como toda revolución exitosa, también la educativa privilegia lo existente y elige continuar avanzando hacia la misma dirección. Asimismo, el sistema educativo pertenece al ámbito público, y por lo tanto, experimenta fuertes presiones y exigencias de todo tipo. Ante este panorama, de vez en cuando debe demostrar ante una sociedad que valora los cambios, cómo estos pueden implementarse. Al mismo tiempo, el sistema necesita conservar lo existente y neutralizar los posibles desequilibrios que los cambios puedan ocasionar. Para protegerse, el sistema educativo le permite a determinados grupos a actuar en pos de un cambio, pero limitándolos para evitar revoluciones extremas.
Este es el panorama de la convivencia dentro del sistema educativo de demandas ininterrumpidas de cambios e innovaciones con procesos internos que los moderan y ralentizan su ritmo.