Repercusiones emocionales de la violencia escolar: influencia en la inteligencia emocional
Fuente: Gutiérrez Ángel, N. (2019). Repercusiones Emocionales de la Violencia Escolar: Influencia en la Inteligencia Emocional [Emotional Repercussions of School Violence: Inf luence on Emotional intelligence]. Acción Psicológica, 16(1), 143–156. (Reseñado por el equipo del Portal).
El impacto en los niveles de inteligencia emocional de estudiantes de una universidad española que estuvieron involucrados en una situación de bullying, se exploraron en este estudio, según hayan actuado como agresor, víctima u observador, a la luz de la concepción del fenómeno de acoso escolar como un proceso en el que una persona es agredida, física o psicológicamente, por otra más fuerte.
En este proceso de acoso escolar se distinguieron una serie de fases, entre ella el acto en sí; la estigmatización, efectos del daño; sus manifestaciones psicológicas (sentimiento de inferioridad y exclusión) y su somatización; difusión social y demás.
Investigación
Se realizó un estudio retrospectivo y comparativo con diseño ex post facto. La muestra estuvo integrada por 175 discentes del 3º o 4º curso de Grado de Educación Social de la Universidad de Almería (España) que tenían una edad media de alrededor de 26 años.
Como instrumentos se emplearon: un cuestionario ad-hoc; la escala Trait Meta Mood Scale-24 (TMMS-24) y el Cuestionario sobre maltrato entre iguales en la escuela.
Resultados y conclusiones
De los hallazgos se desprendió que el rol más ejercido entre los participantes fue el del observador, en segundo lugar el de víctima y por último, el de agresor.
En términos generales, no se observaron diferencias significativas entre estudiantes que fueron o no víctimas en atención, claridad y reparación emocional.
Respecto a los no agresores, registraron mayores niveles en atención, claridad y regulación emocional. Consecuentemente, los agresores se asociaron con «una baja capacidad de autocrítica, escaso ajuste social, amplia necesidad de autoafirmación». (Albadalejo, 2011).
En cuanto al rol de los observadores, se subrayó el papel decisivo que pueden cumplir en la detención del hecho de acaso, si adoptan una postura activa en contra de la agresión, ya que de lo contrario, su silencio representa un apoyo implícito y pasivo al agresor.
Finalmente, se concluyó que «tanto las no victimas como los no agresores poseen niveles más altos en cada una de las dimensiones que componen la inteligencia emocional», por lo que se deduce que el involucramiento en un acto de bullying, como víctima o agresor ejerce una incidencia negativa en los niveles de inteligencia emocional.
Referencia
Albadalejo, A. (2011). Evaluacion de la violencia escolar en educacion infantil y primaria [Evaluation of School Violence in Infant and Primary Education]. Alicante, Espana: Universidad de Alicante.