¡Nos vamos al parque de atracciones! Iniciando la enseñanza y aprendizaje de la Física en el aula de Educación Infantil
Fuente: Regueira, S. y Vidal, M. (2019). ¡Nos vamos al parque de atracciones! Iniciando la enseñanza y aprendizaje de la Física en el aula de Educación Infantil. RELAdEI (Revista Latinoamericana de Educación Infantil), 8(1), 133-145. (Reseñado por el equipo del Portal).
A partir de los principios de aprender a aprender y aprender haciendo, y sobre la base de estudios recientes acerca de habilidades relacionadas con el pensamiento científico que los niños desarrollan ya en sus primeros años, se delineó en esta aportación una propuesta para la enseñanza de la Física en el nivel de educación infantil desde un enfoque globalizador y del aprendizaje significativo y por descubrimiento.
La iniciativa estuvo enmarcada en el trabajo por proyectos centrado en actividades recreativas y sustentadas en los principios pedagógicos del juego, la manipulación y la observación.
Experiencia educativa
La experiencia se desarrolló en un centro público integrado (CPI) de la Comunidad Autónoma de Galicia, España, durante el año lectivo 2016-17 a lo largo de 5 semanas. Se llevó a cabo principalmente en los ámbitos del aula y del patio, en los que se trabajó con materiales alusivos a un parque de atraccionoes: la montaña rusa; el barco vikingo y demás. La muestra estuvo integrada por 13 niños y niñas de 4 a 5 años de edad.
El programa estuvo estructurado en 6 bloques. El primero se dedicó a tareas introductorias y el último, a evaluativas. Las actividades de los bloques 2-5 articularon con conceptos relacionados con la Física tales como: «planos inclinados, movimiento pendular, poleas y caída libre»; que les permitieron a los discentes percibir el impacto que tienen variables como «masa, fuerza, longitud, superficie, velocidad, distancia» .
Resultados y conclusiones
Como rasgo fundamental de la experiencia se destacó que los alumnos fueron protagonistas de «su propio aprendizaje» y adquirieron nuevos conocimientos a través del juego.
Se señaló que no se utilizaron términos científicos y las actividades partieron de contenidos simples sobre cuya base se avanzó hacia los más complejos. Asimismo, se promovió la interacción entre los alumnos y se tuvo en cuenta la diversidad estudiantil.
De las observaciones realizadas y la información recopilada se desprendió que los niños a esta edad están capacitados para el aprendizaje de «contenidos científicos si las actividades y materiales presentados son atractivos y se ajustan a su nivel evolutivo».
Igualmente, se comprobó que los alumnos exploraron las características de los materiales o repitieron acciones hasta llegar a los resultados esperados, valiéndose, naturalmente, del procedimiento característico de los métodos científicos, abordando las siguientes fases: observación; formulación de hipótesis, búsqueda y análisis de información; experimentación; resultados y conclusiones.
Otra manifestación del aprendizaje estudiantil fue el hecho de que a medida de que avanzaban en el proyecto, los alumnos aprendieron a referirse en sus hipótesis a las variables más relevantes y no a las que respondían a sus preferencias como hicieron en un principio.
En el trabajo se incluyeron anexos con la estructura de la propuesta y criterios para la evaluación en función del área de conocimiento.