Dime cómo evalúas y te diré qué sociedad construyes

Fuente: Revista Iberoamericana de Evaluación Educativa, 2015, 8(1), 5-9. (Reseñado por el equipo del Portal).
 
A partir de la premisa de que la evaluación educativa es un acto político, se plantea en esta editorial que para construir una sociedad democrática es necesario implementar la democracia como modus vivendi de la escuela. Por otro lado, se afirma que la evaluación tradicional promueve una sociedad competitiva, elitista e individualista.
 
Evaluación y transformación social
Una evaluación que promueve la transformación social, equidad, solidaridad y justicia social, se sostiene, es sensible a la diversidad cultural en el aula así como al currículo oculto; se centra en la interdisciplinariedad e integración. También se destaca que la evaluación debe promover la crítica y reflexión en los estudiantes mediante preguntas que planteen dilemas morales y realidades sociales.
 
Además, el proceso evaluativo tiene que ser continuo y formativo, estimulando la participación y el compromiso de toda la sociedad y especialmente de los evaluados; y compartir con los alumnos las decisiones relativas a la planificación de la evaluación.
 
Evaluación y autoconcepto
En cuanto al interrogante qué evaluamos, se plantea la importancia de evaluar no solo conocimientos instrumentales sino también el autoconcepto, con el objetivo de favorecer el desarrollo emocional del estudiante, destacando sus fortalezas y la confianza en sus logros.
 
Se concluye que para que la educación pueda promover cambios, la sociedad debe ser «más crítica, participativa y justa».