Estrategias de egreso: Cómo las escuelas secundarias de bajo rendimiento actúan frente a los requisitos de exámenes de egreso

Fuente: Teachers College Record,Volume 115 Number 1, 2013, p. 1-23.

La tendencia a implementar exámenes de egreso de las escuelas secundarias que se registra en los últimos años en los Estados Unidos, se expone en esta contribución (en inglés), se generó con el propósito de mejorar la calidad educativa –perfeccionando la preparación de los alumnos ya sea para estudios académicos o inserción laboral.
 
Sin embargo, se agrega, poco se sabe acerca de cómo los centros educativos afrontan las presiones implícitas en esta política educativa. La literatura sobre el tema demuestra que el porcentaje de deserción escolar, fundamentalmente entre alumnos de bajos recursos económicos, incrementó en establecimientos que adoptaron la práctica de exámenes de egreso y no expone evidencias acerca de los logros de esta estrategia.
 
Consecuentemente, este estudio explora el desempeño respecto a esta temática en escuelas secundarias de bajo rendimiento académico del estado de Texas ubicadas en entornos de recursos económicos bajos.
 
Investigación
Bajo la metodología de estudio de casos se indagó acerca de la actuación de cinco escuelas secundarias con las características arriba mencionadas –entre cuyos alumnos figura un alto porcentaje de estudiantes en riesgo.
 
Asimismo, se examinó también la manera en que los educadores lograron conciliar entre las presiones emergentes de la política de exámenes de egreso frente a otro tipo de presiones relacionadas a la rendición de cuentas, a partir de la ley promulgada en el 2001 Que ningún niño se quede atrás.
 
La información se recogió mediante 105 entrevistas a docentes y líderes educativos durante los años 2008-2009; observaciones; reuniones de directivos y datos estadísticos proporcionados por la Agencia de Educación de Texas.
 
Resultados y conclusiones
Los hallazgos reflejaron desajustes en los efectos de la responsabilidad institucional y del profesorado por un lado, y por los discentes, por el otro, resultando los más perjudicados de este desencuentro los estudiantes con mayores dificultades ya que las escuelas privilegiaron apoyar a los estudiantes con más posibilidades de aprobar los exámenes.

El sistema, se advierte, no estimula a los centros educativos a apoyar a estudiantes que en un primer intento fracasan en los exámenes; está más enfocado en castigar el mal desempeño escolar que en premiar los logros.
 
Se sugiere a los responsables de las políticas educativas reconsiderar los supuestos que subyacen en la implementación de exámenes de egreso para favorecer su articulación con los sistemas de rendición de cuenta vigentes.