Publicado:
2011
Fuente: Perspectiva Educacional, Formación de Profesores. Vol. 50, N° 1, (2011), pp. 31-60.
Este trabajo describe un curso de Diplomado propiciado por la Universidad Católica Silva Henríquez (UCSH) de Chile en el que participaron 14 docentes universitarios, con el fin de actualizarse en cuanto a estrategias metodológicas innovadoras –impulsoras del aprendizaje activo y autónomo de los estudiantes– paralelamente a la aplicación de un currículo de formación orientado al desarrollo de competencias en los discentes.
El curso de Diplomado
La experiencia se llevó a cabo en el contexto del proceso de rediseño de la docencia, ante los nuevos desafíos que afronta la educación superior a raíz de las demandas de la sociedad del siglo XXI.
La experiencia se llevó a cabo en el contexto del proceso de rediseño de la docencia, ante los nuevos desafíos que afronta la educación superior a raíz de las demandas de la sociedad del siglo XXI.
En el curso se desarrollaron los siguientes módulos:
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Introducción a las competencias
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Estrategias de innovación docente
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Evaluación de competencias
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Manejo y uso de recursos tecnológicos
Entre las características singulares de este espacio de formación se mencionan la implementación de la reflexión pedagógica y la experimentación con nuevas herramientas de trabajo.
El marco de perfeccionamiento estuvo configurado en cuatro etapas: clases presenciales; prácticas docentes; jornadas de acompañamiento docente (destinadas a la reflexión y retroalimentación) y la elaboración de «memorias reflexivas», informes personales que reunieron los aprendizajes más significativos y que fueron analizados conjuntamente.
Hallazgos y conclusiones
De los reportes de los participantes se desprende que apreciaron especialmente el uso de métodos innovadores y la elaboración de rúbricas para la evaluación; como mayor logro se señala el desarrollo del proceso de reflexión. Se expone que la experiencia contribuyó a que los profesores se sientan parte de un colectivo, socialicen su práctica, tomen conciencia de su desarrollo personal y profesional; compartan sus inquietudes con sus pares y empiecen a afrontar los cambios y los nuevos retos.
Se concluye que el enfoque por competencias trae aparejado un cambio de actitud de los docentes hacia los estudiantes y se destaca que las buenas prácticas son dinámicas ya que varían en función del estilo pedagógico del profesor, de los rasgos característicos de los discentes y del contexto sociocultural.
La experiencia, afirma la autora, afianzó la visión compartida respecto a las transformaciones curriculares necesarias, lo que permite articular conjuntamente la enseñanza, el aprendizaje y la evaluación.
En el artículo se hace referencia a las principales reformas llevadas a cabo en las últimas décadas en Chile en los currículos de formación inicial docente.