Publicado:
Enero-abril 2014
Fuente: Innovación Educativa, vol. 14, número 64 | enero-abril, 2014.
La educación para la paz se enfoca en este artículo como una forma de integrar las competencias sociales de educación para la vida. El trabajo que se delinea se centró en las actuaciones educativas en pos de un clima escolar pacifista y abarcó tres ejes principales: educación para la paz, derechos humanos e inteligencia emocional.
Investigación
El estudio se realizó bajo un paradigma socio-crítico participativo y contó con una muestra de 36 docentes del Estado mexicano de Durango, pertenecientes a la Dirección General de Educación Tecnológica Industrial (DGETI), el Instituto Tecnológico de Durango e Instituto Politécnico Nacional. La información se recogió mediante análisis de documentos, guías de observación y cuestionarios.
El estudio se realizó bajo un paradigma socio-crítico participativo y contó con una muestra de 36 docentes del Estado mexicano de Durango, pertenecientes a la Dirección General de Educación Tecnológica Industrial (DGETI), el Instituto Tecnológico de Durango e Instituto Politécnico Nacional. La información se recogió mediante análisis de documentos, guías de observación y cuestionarios.
Desigualdad social y laboral
El tema de la investigación surgió del alto grado de violencia registrado en el Estado de Durango y del reconocimiento que la preparación para una convivencia pacífica no recibe la importancia que merece en el ámbito educativo. Consecuentemente, se apunta a orientar la formación docente hacia el desarrollo en los estudiantes de inteligencias y dimensiones enmarcadas en las competencias transversales.
Conclusiones
El trabajo directo con los docentes propició la reflexión, la crítica y la autocrítica, así como la búsqueda del mejoramiento humano individual y colectivo. La investigación generó pautas para sistematizar acciones de educación para la paz. Los resultados mostraron que se puede mejorar el desempeño docente mediante mecanismos de reflexión y formación. Se identificó la necesidad de afianzar en los estudiantes la capacidad para afrontar desigualdades sociales y laborales.
La educación para la paz, se afirma, se puede cristalizar en una educación de calidad para todos.