Publicado:
2011
Fuente: Revista de Evaluación, Innovación y Cualidad Educativa, 1, 2011, 4-13.
El presente artículo se centra en las conclusiones de los informes McKinsey de 2007 y de 2010, acerca de los mejores sistemas educativos.
El Informe de 2007, señala la autora, llegó a la conclusión de que unos de los factores decisivos del éxito de los sistemas estudiados es la calidad del profesorado. Se expone que las claves de los sistemas exitosos son: «potenciar la calidad de sus docentes, mejorar los resultados a través de una mejor y sostenida instrucción de los profesores y perseguir el éxito de todos y cada uno de los estudiantes». El Informe McKinsey de 2010, se afirma, avala las conclusiones del anterior.
En este contexto, se exponen los principales «filtros» que utilizan los sistemas educativos de más éxito para seleccionar a los candidatos a la formación docente:
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alto nivel de lengua y aritmética,
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fuertes capacidades interpersonales y de comunicación,
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motivación hacia la docencia y
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un buen expediente académico.
Asimismo, se destaca la gran importancia que estos sistemas le adjudican a la etapa de formación, en la que se capacita a los futuros docentes para que puedan «detectar y trabajar las debilidades y fortalezas de cada alumno» y elegir el método más apropiado de enseñanza. En cuanto al objetivo final se subraya: tener en la mira el éxito de cada uno de los alumnos.
La autora concluye destacando la importancia de que la implementación de cambios se realice desde adentro del sistema y contemple el nivel real de logros del mismo, recomendando que la formación docente sea permanente, actualizada, real y efectiva.
A lo largo del trabajo se mencionan algunos ejemplos de fórmulas aplicadas por los diversos sistemas de educación estudiados.