Publicado:
13 de diciembre 2013
Fuente: Revista Cabás. Revista Digital sobre el Patrimonio Histórico-Educativo. N° 10, diciembre 2013.
Centrado en la nueva museología, se revisa en este trabajo la evolución de los museos, indicando que en sus inicios contemporáneos representaban un fenómeno cultural destinado a la clase media. El discurso histórico, se afirma, se fue construyendo en base a relaciones de poder y la mirada hegemónica de los colonizadores. Se ejemplifica con experiencias de Canadá y Ecuador, relacionadas con culturas aborígenes e identidad afroecuatoriana, respectivamente.
Reconocimiento de la diversidad cultural
A partir de la década de los 80, se expone, la museología adoptó un nuevo paradigma caracterizado por el reconocimiento de la diversidad cultural y un enfoque interdisciplinario. Bajo este prisma, el museo comenzó a cumplir una función educativa, aportando a la toma de conciencia de la propia cultura, y abriendo sus puertas a la comunidad, transformándose en un espacio dinámico e interactivo. El patrimonio cultural desde esta perspectiva constituye una construcción social en continuo proceso de cambio. En este contexto se alude a dos tipos de museos: de consumo y activos, incluyendo los últimos ecomuseos o museos comunitarios.
Educación patrimonial
Finalmente, se reflexiona acerca del papel de la educación patrimonial en la construcción de identidades sociales y se recomienda implementar una serie de iniciativas. La nueva museología, se sostiene, busca favorecer la educación permanente y fomentar la motivación y el autoaprendizaje, surgiendo la necesidad de formar personal especializado que implementen los nuevos paradigmas.
Para crear y recrear la herencia cultural, se argumenta, se requiere del compromiso de toda la comunidad apuntando hacia una «ciudadanía más participativa y responsable».