Publicado:
2013
Fuente: Diálogos Educativos, Nº. 26, 2013, 60-95 págs.
Las emociones de alumnos y docentes que emergen y se manifiestan en el aula, se expone en esta aportación, deberían ser visibilizadas dado su significativo papel como referente para la retroalimentación de prácticas didácticas, evaluativas y pedagógicas; y como base para la formación de un sujeto social.
Bajo esta perspectiva, sostiene la autora, las creencias y expectativas deben tenerse en cuenta en el contexto del contrato didáctico, constructo sobre el que se amplía.
Investigación
En el marco de este estudio cualitativo interpretativo que se implementó, bajo un enfoque etnográfico, en un aula de 7º año básico de un colegio particular subvencionado de la Comuna chilena de la Cisterna, se observaron señales emocionales: la mirada, entonación de la voz, gestos y posturas corporales, y tipo de discurso.
Como instrumentos se utilizaron notas de campo y registros audiovisuales, y la muestra estuvo integrada por 34 alumnos y 7 docentes.
Resultados y conclusiones
Los hallazgos reflejaron interacciones tensas y conflictivas, y creencias y expectativas de alumnos y docentes contrapuestas, en lo que atañe a los ámbitos de la dinámica del poder en el aula, estrategias de enseñanza y convivencia escolar.
Para mejorar el clima en el aula se sugiere a los docentes reflexionar sobre el uso arbitrario de poder y estrategias de enseñanzas que lo sustentan, y optar, en cambio, por una autoridad pedagógica dialógica, que tenga en cuenta las emociones de los alumnos, orientada a propiciar una propuesta didáctica enfocada en la formación de un sujeto social, colaborativo y democrático.