Publicado:
Julio-agosto 2012
Fuente: Crítica, N° 980, 2012 (Ejemplar dedicado a: Ecología y consumo responsable).
La Ecología, que en la actualidad tiene una destacada presencia en la educación formal y no formal en todos los niveles, desde la enseñanza universitaria hasta la básica y obligatoria, así como en otros ámbitos políticos y sociales, se consolidó como nueva área del conocimiento en mayo de 1968, tal se expone en el presente artículo, y debe gran parte de su auge a la Conferencia de las Naciones Unidas de 1972 en la que surgió el concepto de Medio Ambiente.
El primer reto de esta ciencia que se centra en «las relaciones interactivas entre los seres vivos con su medio», se afirma, fue advertir a los gobiernos acerca de los peligros implícitos en una industria enfocada únicamente en el crecimiento económico, en desmedro del respeto por los recursos naturales.
Más allá de mencionar su valioso aporte en cuanto al estudio de los ecosistemas, se destaca en este trabajo la faz social de la ecología, a la que se considera la filosofía de la vida. En este contexto se aclaran conceptos que suelen confundirse como ecología, ecologismo, ambiente, entorno, medio, ecodesarrollo y demás. Asimismo, se señala un común denominador de las Ciencias de la Vida, de la Tierra, del Medio Ambiente y de la Educación, todas se centran en sistemas complejos.
Las relaciones entre los elementos que integran estos sistemas complejos y auto-organizados constituyen el objetivo de estudio del paradigma ecológico, denominado por algunos autores paradigma sistémico, relacional, holístico o global.
En la aportación se hace referencia a Río+20, la Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible (UNCSD) que se llevó a cabo en Río de Janeiro en junio 2012.