Publicado:
2011
Fuente: Murillo, F.J., Román, M. y Hernández Castilla, R. (2011). Evaluación Educativa para la Justicia Social. Revista Iberoamericana de Evaluación Educativa, 4(1), pp.7-23.
La evaluación, desde la perspectiva de este artículo, constituye una pieza fundamental para lograr una educación que se desarrolle desde y para la Justicia Social. Consecuentemente, se presenta en primer lugar una revisión acerca del concepto de Justicia Social y se exponen los desafíos y demandas del sistema educativo desde la visión de una sociedad justa.
Sobre la base de esta reflexión se exploran los aspectos más significativos de la evaluación: cómo debería ser la evaluación educativa y cómo evaluar la educación para confirmar que se está actuando en pos de la Justicia Social. En este marco se exponen los elementos involucrados en el sistema y los mecanismos de evaluación coherentes con los principios pertinentes.
Para alcanzar una educación justa, se expone, se requieren docentes competentes y comprometidos con los principios de Justicia Social, lo que exige un giro en los enfoques de la formación inicial y permanente. También se señala que este papel crucial que cumplen los maestros despierta la necesidad de fortalecer la profesión docente mejorando sus condiciones laborales y favoreciendo su valorización social.
En las consideraciones finales se subraya la importancia de tener en cuento los tres elementos esenciales de la justicia social: la distribución de bienes y recursos; el reconocimiento y respeto de las diferencias individuales socioculturales y la participación en las decisiones. Asimismo, se sugiere profundizar el debate alrededor de dos dimensiones clave de la evaluación: los aspectos metodológicos y el uso de sus hallazgos y resultados, dada su gran incidencia en la construcción de una educación justa, en la que se lleva a cabo una evaluación «inclusiva, equitativa, participativa, democrática y no represiva», enfocada hacia la reflexión y el mejoramiento educativo.
En las consideraciones finales se subraya la importancia de tener en cuento los tres elementos esenciales de la justicia social: la distribución de bienes y recursos; el reconocimiento y respeto de las diferencias individuales socioculturales y la participación en las decisiones. Asimismo, se sugiere profundizar el debate alrededor de dos dimensiones clave de la evaluación: los aspectos metodológicos y el uso de sus hallazgos y resultados, dada su gran incidencia en la construcción de una educación justa, en la que se lleva a cabo una evaluación «inclusiva, equitativa, participativa, democrática y no represiva», enfocada hacia la reflexión y el mejoramiento educativo.