Fuente: TED Salon: Education Everywhere
En esta breve charla TED Olympia Della Flora compartió su experiencia como directora de una escuela primaria estadounidense en lo que respecta a la atención de un alumno que presentaba serias dificultades de conducta.
Gestión de las emociones
Después de haber intentado una serie de opciones que resultaron infructuosas optó, junto al equipo docente, enseñarle a manejar sus emociones, paralelamente a la enseñanza de contenidos curriculares,
La disertante destacó como uno de los principales aprendizajes de esta experiencia «que los pequeños cambios pueden hacer grandes diferencias, y (que) es posible empezar ahora mismo».
Asimismo, sostuvo que el cambio implementado no tuvo implicancias a nivel de presupuesto ni de programación, sino solamente requirió pensar de una manera «más inteligente» cómo usar los recursos disponibles. En este contexto sugirió romper con la tendencia que existe en el ámbito educativo de buscar soluciones no estándares.
En cuanto al alumno en cuestión, al profundizar en su situación familiar, descubrieron que era muy desafiante. Por lo tanto, crearon un ámbito apropiado para permitirle transitar una fase de transición, al llegar a la escuela, en un ambiente de calma. Igualmente, lo nombraron «ayudante de jardín de infantes» y por último, recurrieron al humor y a la música.
Al comprobar que estas tácticas proactivas resultaron exitosas, ampliaron su implementación hacia otros alumnos que atravesaban situaciones de tensión. Entre las técnicas de relajación que se incorporaron a la agenda escolar figuraban actividades físicas (incluido yoga y breves paseos) y musicales; «descansos mentales»; etc.
También se introdujeron piezas de mobiliario escolar que favorecían a aquellos niños con dificultades para mantenerse sentados en clase, tales como «asientos flexibles, mecedoras y bicicletas estáticas», que permitían mantener cierta movilidad en el aula.
La estrategia de «centrarse en el bienestar emocional», ampliada a todo el alumnado, propició un marcado mejoramiento en el rendimiento académico general en las áreas de lectura y matemáticas. Además, se resaltó su influencia positiva en el equipo docente.
Colaboración institucional
Otro recurso que dio excelentes resultados fue el de «apalancamiento», que se instrumentó mediante la colaboración de 2 estudiantes universitarios en áreas relevantes, que brindaron apoyo a los niños necesitados de tal. Igualmente, se trabajó conjuntamente con un hospital para facilitar la atención de la salud desde la institución educativa.
La educadora también hizo referencia a un nuevo programa educativo, sustentado en el desarrollo social y emocional, que aborda actualmente con estudiantes del nivel secundario con serios problemas de conducta y con difíciles situaciones de vida.
«Ahora es el momento para que invirtamos en nuestros niños. Son nuestros futuros ciudadanos no solo números que pueden o no pueden pasar una prueba» concluyó la oradora.